
Otra imagen para la historia, The Falling Man es su título y fue tomada por Richard Drew durante los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra las torres gemelas del World Trade Center.
Recuerdo aquella mañana que me encontraba trabajando y como todos los días estaba con la radio encendida, algo habitual en el gremio transportista, cuando de repente irrumpió el informativo que a tono de novedad vociferaba que había ocurrido un accidente en Estados Unidos, un avión se había estrellado en una de los dos torres gemelas.
Entre en un impaz, pensando… que raro estas catástrofes suceden en Filippinas, Sumatra, El Salvador, a lo sumo en algún margen de Norteamérica pero no en el Word Trade Center, en Manhattan en el corazón del mundo, absuelto de “toda mal”.
En un instante detengo mis suposiciones, a lo lejos vuelve un alerta y otra vez el informativo que parecía repetir el mismo acontecimiento, con el mismo tono monocorde que hacen a todas las noticias iguales sin arrojar un poco de sentido, sin derramar parcialidad, y repetía: -“…un avión se estrella en el World Trade Center, conmoción en el mundo…”-, le llevo un momento al locutor agotar la noticia, luego de explicarla de adelante para atrás y viceversa, ¡claro semejante noticia y tan poco para decir!,. Empezaron las conjeturas, al principio una catástrofe aérea para llegar al factible atentado, y en ese instante desperté: eran dos los aviones, eran dos las torres, eso era un atentado!!!, afiné el oído y de repente habían atentados por todo Estados Unidos hasta el pentágono la había ligado, comencé a girar el dial y todas las radios aturdían con la novedad, nuevas noticias, análisis, entrevistas, todos hablaban.
Llegué a casa, no salude, encendí la tele y lo vi, no eran de los atentados a los que nos tienen acostumbrados con restos de todo esparcidos, revueltos con muchas ambulancias y siempre pésimas tomas y precarias imágenes, estos eran dignos espectáculos hollywoodenses. Dos aviones se sumergían en aquellas imponentes moles, las imágenes se podían observar en la pantalla chica por múltiples visuales.
A primera conclusión me ganó la idea de que una organización islámica se tomaba revancha, aun que eran terribles las imágenes de gente saltando al vació, también recordé a los miles que padecieron sin ni siquiera el derecho a que una cámara lo atestigüe, y no había duda que era ese el motivo para tremenda acción, pero con el tiempo y con conocimiento a uno le entra la duda, y las consecuentes cruzadas por el gas y petróleo en Afganistán e Irak afirmaban el historial de buscar el acontecimiento para desatar la furia, y ahí viene el asesinato del archiduque Fernando, el hundimiento del Lusitania, el ataque en la Bahía TonKín.
En algunas charlas familiares, mi abuelo suele reprochar como las causas que llevaron a las guerras y dice enojado, -“si esos Servios de mierda no hubiesen asesinado a Fernando, la Gran Guerra no hubiese ocurrido…”- y en esos días ante la reciente invasión a Irak también decretó -“esos árabes se la tienen merecido…”- y mi respuesta desesperada contra semejante disparate no era mas que la respuesta contra los libros de historia, al sentido común, a todo montaje de inteligencia que reducía y arrastraba a las penumbras las causas y culpables.
Hace unas semanas vino de visita desde Washington, un viejo amigo del secundario que nos contó del pánico que por esos días los llevo a comprar mascaras anti-gas, de cómo sus amistades árabes escaparon de USA ante la paranoia y la persecución, durante un intercambio de dudas, mencionó las del 11 de septiembre.
No hay repuestas para esto y no creo encontrarla en muchas años, pero si hay lógica, historia, razón que nos permitan acercarnos. Cuando el pueblo de Vietnam había consumado su sacrificada victoria al imperialismo, éste intentó suavizarla sabiendo que el ejemplo vietnamita llevaría inspiración rebelde al tercer mundo, lo mismo sucedió con el ejército israelí que negó su caída a manos de los guerrilleros del hezbollah. Con esto quiero descartar que ellos sean invencibles y que tal acción pueda concretarse, pero como el dicho “el que se quema con leche, vé una vaca y llora”, para ello me inclino por lo perverso y es un auto-atentado.
Amigos a un costado del blog, en “cositas para ver” pueden encontrar un documental “ZEIGEiST” para ver directamente por Internet, imperdible y trata del tema.(aclaro se van a sentir mal y tiene final cursi).
Recuerdo aquella mañana que me encontraba trabajando y como todos los días estaba con la radio encendida, algo habitual en el gremio transportista, cuando de repente irrumpió el informativo que a tono de novedad vociferaba que había ocurrido un accidente en Estados Unidos, un avión se había estrellado en una de los dos torres gemelas.
Entre en un impaz, pensando… que raro estas catástrofes suceden en Filippinas, Sumatra, El Salvador, a lo sumo en algún margen de Norteamérica pero no en el Word Trade Center, en Manhattan en el corazón del mundo, absuelto de “toda mal”.
En un instante detengo mis suposiciones, a lo lejos vuelve un alerta y otra vez el informativo que parecía repetir el mismo acontecimiento, con el mismo tono monocorde que hacen a todas las noticias iguales sin arrojar un poco de sentido, sin derramar parcialidad, y repetía: -“…un avión se estrella en el World Trade Center, conmoción en el mundo…”-, le llevo un momento al locutor agotar la noticia, luego de explicarla de adelante para atrás y viceversa, ¡claro semejante noticia y tan poco para decir!,. Empezaron las conjeturas, al principio una catástrofe aérea para llegar al factible atentado, y en ese instante desperté: eran dos los aviones, eran dos las torres, eso era un atentado!!!, afiné el oído y de repente habían atentados por todo Estados Unidos hasta el pentágono la había ligado, comencé a girar el dial y todas las radios aturdían con la novedad, nuevas noticias, análisis, entrevistas, todos hablaban.
Llegué a casa, no salude, encendí la tele y lo vi, no eran de los atentados a los que nos tienen acostumbrados con restos de todo esparcidos, revueltos con muchas ambulancias y siempre pésimas tomas y precarias imágenes, estos eran dignos espectáculos hollywoodenses. Dos aviones se sumergían en aquellas imponentes moles, las imágenes se podían observar en la pantalla chica por múltiples visuales.
A primera conclusión me ganó la idea de que una organización islámica se tomaba revancha, aun que eran terribles las imágenes de gente saltando al vació, también recordé a los miles que padecieron sin ni siquiera el derecho a que una cámara lo atestigüe, y no había duda que era ese el motivo para tremenda acción, pero con el tiempo y con conocimiento a uno le entra la duda, y las consecuentes cruzadas por el gas y petróleo en Afganistán e Irak afirmaban el historial de buscar el acontecimiento para desatar la furia, y ahí viene el asesinato del archiduque Fernando, el hundimiento del Lusitania, el ataque en la Bahía TonKín.
En algunas charlas familiares, mi abuelo suele reprochar como las causas que llevaron a las guerras y dice enojado, -“si esos Servios de mierda no hubiesen asesinado a Fernando, la Gran Guerra no hubiese ocurrido…”- y en esos días ante la reciente invasión a Irak también decretó -“esos árabes se la tienen merecido…”- y mi respuesta desesperada contra semejante disparate no era mas que la respuesta contra los libros de historia, al sentido común, a todo montaje de inteligencia que reducía y arrastraba a las penumbras las causas y culpables.
Hace unas semanas vino de visita desde Washington, un viejo amigo del secundario que nos contó del pánico que por esos días los llevo a comprar mascaras anti-gas, de cómo sus amistades árabes escaparon de USA ante la paranoia y la persecución, durante un intercambio de dudas, mencionó las del 11 de septiembre.
No hay repuestas para esto y no creo encontrarla en muchas años, pero si hay lógica, historia, razón que nos permitan acercarnos. Cuando el pueblo de Vietnam había consumado su sacrificada victoria al imperialismo, éste intentó suavizarla sabiendo que el ejemplo vietnamita llevaría inspiración rebelde al tercer mundo, lo mismo sucedió con el ejército israelí que negó su caída a manos de los guerrilleros del hezbollah. Con esto quiero descartar que ellos sean invencibles y que tal acción pueda concretarse, pero como el dicho “el que se quema con leche, vé una vaca y llora”, para ello me inclino por lo perverso y es un auto-atentado.
Amigos a un costado del blog, en “cositas para ver” pueden encontrar un documental “ZEIGEiST” para ver directamente por Internet, imperdible y trata del tema.(aclaro se van a sentir mal y tiene final cursi).
1 comentario:
Bien ahi vasco!
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